Querido Maestro…
Una vez que estas aquí en el aula de chiquillos empieza el áspero sendero de la vida, desde el más pequeñito, ansia que le impartas el don de conocimiento y la claridad.
Amigo maestro motívese a ofrecer la posibilidad de introducir en su aula de clase una extensa gama de oportunidades de aprendizaje, permita que el niño y la niña se programe, se promueva a la construcción de un aprendizaje significativo e investigativo, realiza actividades de aprendizaje orientadas a resolver problemas, preguntas e hipótesis planteadas por los propios niñ@s, que expresen sus emociones, inquietudes y socialicen con las demás personas, que sean ellos los protagonistas de sus propios aprendizajes; deja a un lado la enseñanza mecánica y memorística, proyéctese como una persona flexible al cambio, para que se enfoque en un trabajo complejo, activo y que entre en contacto de una forma más organizada con la sociedad en que vive, aprende de la participación y experiencia del trabajo cooperativo, del mundo que lo rodea, asuma desafíos y penetre las nuevas tecnologías de información esto hace de que el niñ@ se sienta útil, adaptado y equilibrado es decir Feliz.
Qué difícil es el oficio de ser maestro, pero es un oficio valioso donde debemos enseñarle al estudiante como aprender y no como debe pensar, debemos desarrollar su pensamiento y no solo la memoria, reconócele las habilidades; además ayúdalo a que desarrolle su confianza para que así amplié sus capacidades y lo haga sentir valioso. Debes imponerte con firmeza pero sin ser hostil, aprecia a tu estudiante como ser único y persona única deberás recordar que para educar a un niñ@ hay que empezar por educarse a sí mismo.
Ser docente es sembrar y conducir al conocimiento de nuevas generaciones, crear ambientes de confianza, seguridad, respeto, compromiso, sentido de pertenencia y ante todo Amor.
Atesoras cada momento que vivas; y ese tesoro tendrá mucho valor si lo compartes con alguien especial como para dedicarle tu tiempo “Tus Alumnos”
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